Así que esta semana finalmente la racha de buena suerte giró sobre su eje maligno y obviamente todo estalló en mi cara, es casi tan esperable como la mancha que no se quita en tu remera preferida, es así, siempre me pasa. Como si estuviese en loop. Ayer mis viejos me echaron de casa, sí, me echaron. Y dónde estoy ahora? En casa, por supuesto. Pero nunca me sentí más sola.
Sus planteos fueron ridículos, desmedidos, maliciosos, me apuntaron literalmente con el dedo diciendome que era una pelotuda, que no servía para nda. Me agarró tal ataque que no pude más que llamar a Dam para que el maldito cel le avisara que no tenía crédito y me llame. Por suerte lo hizo. Necesitaba tanto un abrazo, alguien que me dijera cosas lindas, aunque sea dos segundos.
Ayer por un momento sentí mi corazón latir fuerte junto al tuyo Dam, me di cuenta entonces que sí sigue ahi el sentimiento y que ayer estuviste en el momento más exacto, fuiste las huellas en mi arena, y no sos ningún pelotudo. Ni vos ni ninguna de las personas que me dedica un momento de su atención.
Cierro los ojos y pienso en el parque, en el agua, sentada frente a la paz de la simpleza que hay en las cosas, donde no importan los errores, donde el río no grita, el viento abraza tus dolores de cabeza y el cielo te guarda techo ante el desastre nuclear de sentir. De seguir viva. Estás confundido papá, te estás equivocando.
xxx
Rom
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